Aquí os presento a dos de mis diablesas en estado de buena esperanza. La rubia con su piel lechosa, y la morena con su piel sabor a riquísimo café o chocolate con abundante leche. Me encanta verlas tan felices y tan hermosas. Aquí en el infierno las cuidamos bien, con mucho mimo, con mucho cariño, y por eso tienen un trato más especial y privilegiado. Me gusta que sean bien folladas y que se queden preñadas: de este modo hacen del infierno un lugar lleno de vida y completamente alegre.
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